Al final, ¿qué importa más: vivir o saber que se está viviendo?
Clarice Lispector, Cerca del corazón salvaje, 1943.
¿Qué pasa cuando lo que imaginamos versa sobre (un) nosotrxs aún no queriendo? ¿Cuando además “eso” que habla nos llama en la sombra y, también, al extremo opuesto de ella? ¿Por qué las historias? ¿Para qué? ¿Qué hay con ellas cuando se cuentan con (entre) verbos y encuentran luego en capitanías tan sosas como excéntricas?
En Algo vivo debe haber, primer libro de narrativa breve de Silvina Cafaro, pueden encontrarse algunas preguntas como estas y otras más en estado de latencia y/o impermanencia.
Principiando el relato: porque todo aniversario tiene un comienzo
Las imágenes de los primeros cuentos evocan maneras sobre cómo abordar distintos espacios de citadinos vértices. Las ausencias-presencias se van sucediendo y (des)apareciendo, en una explanada compuesta por situaciones y diálogos frecuentes que hacen a la naturaleza misma de los “Fragmentos de un diario desordenado”, otro, que no es tal, por la sustancia vital y furtiva que la escritora le otorga a su sibilina pluma.
Seguir a Silvina, en su epistolar recorrido, es similar al acto de correr al conejo de Alicia en el país de las maravillas, pero con disfraz de individuo que, en su frenética carrera, logra hacer del mundo un lugar común de experiencias compartidas.
Interviniendo la marcha: cuando el viaje cobra sentido
La forma del caballo representa lo mejor del ser humano. Tengo un caballo dentro de mí que raramente se expresa. Pero cuando veo a otro caballo entonces el mío se expresa. Su forma habla.
Clarice Lispector, Silencio, 1974.
La autora nos apunta, y dispone, a recorrer su creciente avenida de arterias sintagmáticas y así lo hacemos. Paseamos por habitaciones, umbrales, esquinas, autos, veranos y hospitales con la misma intensidad que el sol hace al puente y este a “Una música sin música”. Este caos de formas concretas logra hacernos mirar (leer) con ojos que no alcanzan a abarcarlo todo, aunque lo intenten. No es tarea sencilla viajar en silencio con palabras entre ventanas, terraplenes y puertas, recorriendo el porqué de los signos que, entre página y página, socavan hasta develar nuestrx real aspecto, es decir, humano demasiado humano.
Arbitrando el final: Toda herida es diminuta
Y fue tan cuerpo que fue puro espíritu.
Clarice Lispector, Cerca del corazón salvaje, 1943.
La postrema parada de este libro podría ser la potente e (in)excusable materia. La vida que va siendo siempre, o más bien en el entreacto de la Historia; somos porque buscamos nombrar(nos) mientras estamos existiendo, mientras estamos siendo… mientras.
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Ficha técnica: Algo vivo debe haber
Autora: Silvina Cafaro
País: Argentina
Año: 2020
Páginas: 112
Idioma original: Castellano
Encuadernación: Tapa blanda
Editorial: Golosina