Por Aimée Jenesse
Cuando tenía diez años asistí a lo que mi abuela llamó un ‘’Té de lluvia”. Suena bonito, poético, pero - como mi pequeña yo presenció con horror - se trataba simplemente de mi abuela y sus amigas reunidas alrededor de la mesa tomando té, comiendo galletitas y quejándose del estado del mundo, de lo mal que están las cosas. La experiencia me marcó. Recuerdo estar aburrida, aburridisima y sobre todo irritada. Irritada ante la constante lluvia de quejas y críticas. Sobre la juventud. Sobre el país. Sobre todo y nada a la vez. Recuerdo llegar a mi casa, contarle la experiencia a mi mamá y decirle ‘’No están muertas aún, podrían cambiar algo, ayudar de alguna forma”.
Es muy difícil como ciudadanos, a veces, plantearnos el rol de cambio social. Después de todo, la gran mayoría de los problemas son estructurales y para iniciativas que realmente cambien vidas se necesita dinero. Mucho dinero. Más dinero de lo que un ciudadano común, de sueldo en sueldo, se puede permitir. Y también, trabajo. Más trabajo del que un ciudadano a pie, sólo, puede hacer, en su día a día. E incluso, seamos honestos, la responsabilidad se siente enorme. Abruma. Es más fácil sentarse a mirar, apuntar el dedo, decir un par de cosas e irse a la cama. Pero, como vemos con los comedores, como vemos con organizaciones sin fines de lucro, en colectividad, cuando se juntan ciudadanos comunes, se pueden conseguir resultados más grandes.
Este es el origen del proyecto Artfileres, una iniciativa solidaria que reúne más de veinte artistas dispuestos a dibujar para la caridad. Los donantes reciben un dibujo por un precio económico, un precio que generalmente no se cobra en círculos artísticos y ese dinero recaudado va a una organización que lo necesite. En la primera edición del 4 al 6 de junio, se recaudó $20,600 para la Asociación Civil ‘’La Higuera”, una asociación de médicos que asiste a la comunidad originaria Qom en el Chaco que había sufrido de represión y abuso policial.
Artfileres es un grupo de personas comunes, que juntas, lograron un resultado que solas no podrían haber conseguido. Y ellos mismos lo reconocen: ‘’Somos personas pequeñas, como alfileres, pero juntas podemos sostener cosas grandes” reza el perfil del proyecto en sus cuentas de Twitter e Instagram, donde se manejan a través del nombre de usuario @artfileres_.
El cambio social existe cuando la gente se junta y decide cambiar una realidad cercana. Ladrillo a ladrillo, alfiler por alfiler, eventualmente podemos cambiar la pared, colgar un cartel. Pero incluso los que ayudan necesitan ayuda, donaciones. Es muy común la consideración del arte como algo separado de la realidad, del día a día. El arte, sobre todo arte plástico, es entretenimiento o pieza de museo, es intocable y lejano. Pero el arte contiene un mensaje social, ideológico, siempre. Aunque sea una banana pegada a la pared - como la pieza en el Miami Art Basel que se vendió el año pasado por 120.000 dólares - un mensaje se conserva. En ese caso, el mensaje bien podría ser la frivolidad de algunos entornos artísticos de pagar sumas enormes de dinero por algo sin sentido solo por estar en una galería.
El arte contiene un mensaje social y opera como herramienta de cambio social. Ya sea por su mensaje, por ser elemento de protesta o, como en este caso, vehículo para la solidaridad. Porque por un precio reducido, gracias a Artfileres, una persona común va a poder aportar su granito de arena en una donación más grande de la que el individuo podría. Y los artistas, también personas comunes, por donar un poco de su trabajo de forma colectiva hacen posible convertir este acto tan simple de dibujar, en un acto de cambio social.
Es nuestra responsabilidad ayudar, siempre, desde nuestro lugar ¿Quién dijo que los únicos que generan un cambio social son los políticos? ¿O que hay que recibirse de tres carreras? Podés dibujar, podés cantar, podés hacer artesanías - pero estás vivo y podes ayudar. En este caso, proyectos como Artfileres te lo hacen fácil.
¿Cómo colaborar?
El próximo período de comisiones de Artfileres comienza el 4 de julio, 2020, y podes encargar una obra a tu artista de preferencia.
Si sos artista y te interesa formar parte de la iniciativa, hasta el 30 de junio está abierto el período de convocatorias. Para sumarte podes completar este formulario.
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