Rilakkuma y Kaoru, la serie animada de Netflix, llega con un relato tierno y estético sobre las dificultades que vive la juventud actual.
Pequeños pétalos comienzan a caer. Un escenario de nieve rosa y alfombra de flores surgen durante la primavera japonesa, que reúne a habitantes locales y turistas en su contemplación. Entre los meses de marzo y abril, a veces incluso un poquito de mayo, los pimpollos de sakura, la flor del cerezo, van despertando, cada uno a su tiempo, y dan paso a este famoso espectáculo.
Rilakkuma y Kaoru es una serie animada en stop-motion creada por San-X y producida por Netflix. A lo largo de sus trece episodios, de aproximadamente diez minutos cada uno, se construyen, con una técnica muy prolija y minuciosa, diversas situaciones típicas de la sociedad japonesa, desde la floración de los cerezos hasta el estrés laboral extremo.
Todos los capítulos se desarrollan sobre un eje de alguna situación que conflictúa a la protagonista, Kaoru. Los temas que aparecen a lo largo de la historia predominan en las presiones laborales y sociales a las que se ven expuestas las jóvenes millenials japonesas, principalmente, pero con las que se puede empatizar desde cualquier parte del mundo. Cada construcción temática toma la estructura de una fábula: comienza con una problemática o dilema moral, con solución o no, y termina con una enseñanza o moraleja.
Y así como en las fábulas, aquí también aparecen animales. Kaoru es acompañada en su vida diaria por los osos Rilakkuma y Korilakkuma y el pequeño pájaro Kiiroitori. Estos personajes fueron creados también por la empresa San-X, similar a la reconocida Sanrio, madre de Hello Kitty, y cuentan con un extenso catálogo de merchandising. Sin embargo, a pesar de sus apariencias de simples y suaves peluches kawaii, en esta historia son animales vivos y pensantes, mascotas para algunos, una familia importante para Kaoru.
Las personalidades de esta familia animal operan como un contraste respecto a la protagonista, y en general, a la sociedad japonesa contemporánea. En principio, el nombre de Rilakkuma es una combinación de rirakkusu, la pronunciación fonética nippona de la palabra en inglés relax (relajación), y kuma, oso en japonés. Tanto él como Korilakkuma, disfrutan de comer y dormir, mientras que Kiiroitori disfruta de la limpieza y el autocuidado. Pero estos placeres no son representados de una manera negativa, sino como un ejemplo a seguir para disfrutar un poco más del día a día.
En un estilo detallista y luminoso, Kaoru superará los obstáculos de la vida cotidiana que la llevarán al crecimiento personal, siempre acompañada por su familia de algodón. Y así como a ella, el ritmo agradable y pacífico de la serie nos conducirá a entender, que como los pimpollos del cerezo, cada persona florece en un momento distinto.
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