Por Grisel Dorzirciw
Gekkan Shoujo Nozaki-kun es una serie de manga hecha por Izumi Tsubaki, cuya emisión comenzó en 2011 y sigue activa hasta el día de hoy. También cuenta con su adaptación al anime estrenada en el 2014.
La historia cuenta sobre la vida de un joven estudiante de secundaria, llamado Nozaki, y cómo se inspira en las situaciones de sus amigos para ponerlas en el manga que él mismo realiza, titulado Let’s Fall in Love. Es una comedia y, al mismo tiempo, una mezcla entre homenaje y parodia al shoujo, que es esta demográfica de mangas y animes dirigida a un público femenino joven, generalmente asociada a temáticas de romance adolescente. Gekkan Shoujo Nozaki-kun es también un shoujo, por lo que es una serie muy consciente de los estereotipos propios de su género y los pone de manifiesto constantemente para generar situaciones graciosas. Pero, como suele suceder con las obras que se parodian a sí mismas, al hacer evidentes los tropos, también nos obliga a reflexionar un poco sobre ellos.
Desde el inicio, Gekkan Shoujo Nozaki-kun intenta revertir aspectos comunes del shoujo de forma adrede, provocando que, por contraste, cosas que teníamos naturalizadas en la ficción nos parezcan ridículas o exageradas. Y un recurso que utiliza muy conscientemente es el de suponer cómo serían las cosas si los personajes fueran del género contrario.
Para entender esto es necesario conocer un poco más a fondo a los personajes. Podríamos empezar por Nozaki, el protagonista, cuya particularidad principal es el contraste que genera: a pesar de ser un joven estoico, serio, de gran contextura física, es el autor de un manga shoujo y esté obsesionado con su temática. Él mismo firma sus mangas con un nombre femenino, porque su editor considera que así se venderá más.
Nozaki también acostumbra basar personajes de sus mangas en sus propios amigos, pero invirtiéndoles el género, porque se da cuenta que tienen características que en los mangas están asociadas al género “opuesto”. Uno de ellos es Mikoshiba, quién lo ayuda dibujando flores en su manga. Mikoshiba es un chico popular, atractivo, pero muy tímido y sensible, lo que lo lleva a sobrerreaccionar en ocasiones y a no saber cómo actuar cuando se le acercan chicas. Nozaki considera que esas actitudes son apropiadas para la protagonista de su manga, por lo que decide que él sea su principal modelo. Y claro, no es tan raro ver protagonistas en el shoujo que son muy susceptibles y de humor cambiante, pero sí se siente refrescante ver esas actitudes en un personaje masculino.
Otros personajes son Waka y Seo. Waka es un chico de buenas intenciones, llegando al punto de ser bastante ingenuo. Por otro lado, Seo es agresiva, siempre inoportuna y parece incapaz de leer el ambiente. Es más común encontrar personajes femeninos asociados a la bondad y a la ingenuidad, mientras que, por el contrario, la agresividad en la masculinidad puede incluso ser mostrada como algo atractivo. Por eso no es raro ver parejas de chicas muy amables que, a su pesar, se enamoran de este estereotipo de “chico malo”. Waka y Seo exponen esa situación: su relación no es muy sana, a Seo le encanta aprovecharse de Waka y, para él, ella no es más que una fuente de estrés. Pero ellos parecen destinados a estar juntos, por muy absurdo que suene. Y en ese absurdo es dónde se encuentra el humor, porque la historia es consciente de la poca lógica con la que actúan los personajes. Y por si no es del todo clara la intención de inversión de género que existe en esta pareja, Nozaki-kun tiene su propia interpretación de ellos en su manga, con los géneros cambiados.
Y finalmente están Hori y Kashima. Ellos son la inversión del “chico príncipe” y la “chica tsundere”. Los chicos príncipes son encantadores y atractivos, de quienes todos los personajes femeninos están enamorados y, a menudo, futura pareja de la protagonista (un ejemplo puede ser Tamaki Suou de Ouran High School Host Club, Takumi Usui de Kaichou wa Maid-sama! O Yuu Matsura de Marmalade Boy). Y exactamente así es Kashima: carismática, talentosa, logra conquistar a muchas de sus compañeras de escuela. Es actriz, está en el club de teatro y sus papeles suelen ser los de un príncipe, y eso es porque se ve como uno. A menudo es confundida con un chico, algo que a ella no le molesta y además le ayuda a cultivar su ejército de fans. Kashima rompe con ese tropo de chica masculina que en el fondo desearía verse más femenina, porque ella siempre logra su cometido y hace lo que quiere. No la rigen los estereotipos de género, ni por cómo se viste, ni por cómo actúa, ni por las personas con las que elige coquetear. Y algo importante es que esto jamás es señalado como algo negativo por la gente de su alrededor.
Junto con el chico príncipe suele venir una chica orgullosa, alguien que a primera vista parece demasiado inteligente como para caer por sus encantos, pero que en el fondo es la que más perdida está por él. Ahí entra Hori. Él es el presidente del club de teatro, y siempre está exasperado por las actitudes infantiles de Kashima, por el hecho de que ella siempre llega tarde y no se toma las cosas en serio. Pero en realidad él está embelesado por ella, por su belleza y por su talento, algo que no siempre es capaz de admitirse a sí mismo.
Algo muy curioso y que termina de consolidar esta intención de revertir estereotipos de género, es que Gekkan Shoujo Nozaki-kun es publicado en Shōnen Gangan Online que es, como su nombre lo indica, una revista de shounen, la demografía orientada a hombres jóvenes. Animes populares como Dragon Ball, Naruto, Boku no Hero Academia, son algunos de los títulos que podemos encontrar en ella. Y es llamativo que un manga que cuenta con todos los factores para ser considerada un shoujo se publique en una revista de shounen, lo que consigue jugar con las expectativas del lector desde el primer momento en el que es publicado.
Hay otro tropo que este manga parodia y es el de la historia de amor que nunca concreta ni deja satisfechos a los espectadores. Una crítica común hacia los shoujos es que avanzan demasiado lento, muchas veces los personajes ni siquiera se besan al final de la serie. Gekkan Shoujo Nozaki-kun lleva esto al extremo y logra convertirlo también en fuente de su comedia. Los personajes parecen incapaces de resolver sus emociones y actuar conforme a sus sentimientos. Es casi como si cada uno tuviera su propio problema al respecto. En realidad, todo aquí gira en torno a las historias de amor. No es solo el manga de Nozaki, también están en los juegos de citas que juega Mikoshiba, o las obras de teatro de Hori y Kashima, que siempre cuentan historias cursis de príncipes y princesas.
Pareciera que cada uno tiene su propia búsqueda para entender qué es el amor y qué es lo que ellos quieren para sus vidas, y cómo todos esos medios que supuestamente les están enseñando, sólo los confunden más. Todo esto suena como buen material para escribir un drama, pero Gekkan Shoujo Nozaki-kun tiene otro enfoque, uno que le quita peso a todos estos problemas. Después de todo, sus personajes son adolescentes y es normal que estén llenos de incertidumbres, que no tengan la inteligencia ni la experiencia suficiente para saber cuál es la mejor forma de actuar en situaciones amorosas. Y tal vez es mejor poder reírse de eso en vez de sufrir por algo que, dentro de lo esperable, es normal.
A grandes rasgos, podemos pensar que Gekkan Shoujo Nozaki-kun es una crítica al shoujo, especialmente centrada en cómo los géneros son interpretados, pero que viene de alguien que consume y respeta a las obras de este tipo. No es casual que todo gire en torno a “¿Qué pasaría si este personaje fuera del género ‘contrario’?”. Tratar esta temática puede dar lugar a chistes de mal gusto, sobre todo siendo de un anime de comedia. Pero el humor no está dirigido a la burla de los personajes que no encajan, más bien a lo mucho que las historias de amor pueden distorsionar nuestra visión de la realidad.
Hay cierta naturalidad en cómo los personajes actúan diferente a lo que esperamos. Cuando surge alguna temática fuera de lo heteronormativo, cómo podría ser Nozaki emparejando dos personajes masculinos o Kashima coqueteando con sus compañeras, esto no es motivo de sorpresa o de desagrado para los demás. Y es esa forma sencilla en la que asumen sus diferencias lo que los vuelve personajes más realistas que los del manga que escribe Nozaki, porque el mundo es más complejo que lo que los estereotipos de las historias románticas nos quieren hacer creer.
Ficha técnica-artística: Gekkan Shoujo Nozaki-kun
Autora: Izumi Tsubaki
País: Japón
Año: 2011
Género: Escolar | Comedia romántica
Volúmenes: 12 (en curso)
Idioma: Japonés
Editorial: Shōnen Gangan Online
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