Por María Singla
El pueblo irlandés se encuentra desperdigado por el mundo. La pobreza y la opresión que sufrieron durante siglos hizo que migrar sea la única salida para la muchos de ellos. Al igual que muchos europeos, se volcaron en masa hacia “las américas”, en especial a las ciudades de Boston y Nueva York en los Estados Unidos, donde la comunidad creció tanto que son más los irlandeses -o sus descendientes- que viven fuera de su país que dentro de él.
En La reina de la Belleza de Leenane, el dramaturgo Martin McDonagh plasmó esa ambivalencia propia de les irlandeses; quedarse en una tierra que aman, pero que no propone muchas oportunidades, o emigrar. En la versión adaptada por Fernando Masllorens y Federico González del Pino y dirigida por Oscar Barney Finn, una foto enmarcada de John Fitzgerald Kennedy vigila la casa de una mujer y su madre. Su versión de un irlandés exitoso está en el extranjero, tiene poder sobre un país que no es el suyo. Incluso a finales de los 80, más de 70 años después de su independencia y en pleno apogeo de “the troubles”, (los enfrentamientos armados y ataques terroristas del Ejército Republicano Irlandés -IRA, por sus siglas en inglés- que exigían la “devolución” de Irlanda del Norte, que aún hoy pertenece a territorio británico), la clase media tenía muy pocas posibilidades de desarrollo.
Maureen (Cecilia Chiarandini) es una mujer soltera que, a sus 40 años, debe cuidar a su madre anciana, Mag (Marta Lubos). Sus hermanas se desligaron de ejercer las tareas de cuidado sólo porque están casadas y ella debe cargar con la responsabilidad que les cabe a todas, de alguna manera, porque una mujer no debe ni puede estar sola, menos a esa edad. Pero Maureen se quedó en Leenane, a diferencia de sus hermanos, y en la campiña irlandesa no hay lugar para ser feliz.
Cuando Ray Dooley (Sebastián Dartayete), llega a casa de las mujeres con una invitación para la despedida de su hermano, Pato (Pablo Mariuzzi), Mag hace lo posible para que el mensaje no llegue a manos de su hija, por quien tiene lástima y asco, pero que quiere a su lado para no sentirse tan sola. Maureen finalmente recibe la invitación y se encuentra con Pato, a quien invita a su casa a pasar la noche. Él debe volver a Inglaterra al otro día, donde trabaja y, en el medio de su huída, queda en medio del fuego cruzado entre madre e hija, que luchan cada una a su manera contra la soledad. Maureen porque quiere ser libre, no ser responsable por su madre manipuladora (y porque en una sociedad machista estar con otra mujer significa quedarse sola, por más que una esté con la otra y quedarse sola es un hecho triste y lamentable). Mag ve en su relación con Pato una oportunidad para que su hija, la que ha fallado, la que no ha logrado casarse, emigre y, por lo tanto, conseguir el éxito. Pero a Pato no le importa, para él, Maureen es La Reina de la Belleza de Leenane.
En el medio de la pelea, las mujeres desnudan una serie de opresiones que caen sobre sus cuerpos: el hambre y el desprecio a los que su pueblo fue sometido por los ingleses persiste en su sangre. La cosificación de su carne es evidente cuando la vejez las vuelve descartables; Mag es una carga, Maureen está a punto de “expirar”. Por último, todo cae sobre la salud de Maureen, ella también debe soportar los estigmas relacionados con las enfermedades mentales. Pero cuando emprende la búsqueda del amor y de liberar su cuerpo de las capas de violencia, sin preocuparse por su madre, una campana suena. El reloj marca que su tiempo ya pasó. Y se desata la violencia, aquella que sorprende a los que no quieren ver lo que se ha ido corroído con los años.
Ficha técnica: La reina de la belleza Leenane
Autoría: Martin Mc Donagh
Actúan: Cecilia Chiarandini, Sebastian Dartayete, Marta Lubos, Pablo Mariuzzi
Dirección: Oscar Barney Finn
Asistencia de dirección: Florencia Laval
Voz en off: Pablo Flores Maini
Vestuario: Isabel Zuccheri
Escenografía: Eduardo Spindola
Diseño de luces: Claudio Del Bianco
Diseño de sonido: Sergio Klanfer
Efectos especiales: TRENTUNO FX
Fotografía: Lucas Suryano
Diseño gráfico: Leandro Correa
Asistencia de escenario: Betto Pedraza, Lucas Suryano
Asistencia de iluminación: Estefanía Piotrkowski
Asistencia de vestuario: Josefina Veliz
Producción ejecutiva: Cynthia Nejamkis, Alberto Teper
Fecha y lugar: Viernes, 20.00hs en El Tinglado Teatro (Mario Bravo 948 - CABA)
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