Envuelta en incesantes complicaciones de producción, dramas detrás de escena y una gira promocional caótica, llega a los cines la segunda película de la actriz convertida en directora, Olivia Wilde.
En No te preocupes cariño hombres y mujeres perfectamente peinados y vestidos en sus atuendos de los 50s viven la vida soñada de los suburbios: ellos se van a trabajar a la mañana, ellas hacen sus tareas de esposas. Sus casas tienen todos los productos del catálogo de la revista del hogar, sus jardines tienen siempre el pasto verde y cortado a la altura exacta, los días son siempre soleados, ellas ríen mientras toman margaritas y, cuando llegan sus esposos a la noche, comen y ríen y no pueden parar de tener orgasmos. Todos son felices y radiantes. Hasta que ya no lo son. Entonces el sueño americano se convierte en pesadilla.
Alice (Florence Pugh) y Jack (Harry Styles) son una joven pareja que vive en Victoria, este suburbio idílico alejado del resto de la sociedad. Jóvenes y hermosos, sin hijos y sin ojos ni manos más que para sí mismos. Enamoradísimos, parece que no pueden vivir el uno sin el otro, pero todo cambiará cuando Margaret (KiKi Layne) otra de las “esposas” del barrio empieza a hacer preguntas que no debería y a pedir la ayuda desesperada de su vieja amiga, Alice. Este personaje será el catalítico que impulsará a Alice a descubrir qué se esconde detrás del repentino cambio de actitud de Margaret.
Luego de su debut con la comedia de adolescentes Booksmart (2019) Olivia Wilde -tal vez más conocida para algunos por sus personajes en Dr. House y The O. C.- se posicionó como la nueva joven directora mainstream a tener en el radar. Con las noticias de que su segundo largometraje sería el thriller psicológico No te preocupes cariño, las expectativas comenzaron a crecer. Luego se sumó una de las actrices más prometedoras de su generación, Florence Pugh, recién fresquita de su nominación al Oscar por Mujercitas (2019). Meses después se unió al elenco nadie más que el mismísimo Harry Styles, quien en palabras de Pugh es “el hombre más famoso del mundo”, en su primer rol co-protagónico y segundo rol actoral, luego de su brevísimo papel en Dunkirk (2017) de Christopher Nolan. Con decenas de fotos en el set de filmación filtrándose continuamente durante la producción del film, varios teasers visualmente muy estilizados y muy tempranas conversaciones sobre una posible segunda nominación al Oscar para Pugh, No te preocupes cariño era, posiblemente, la película más esperada del año.
Pero como en Victoria, no todo lo que parece perfecto realmente lo es y en el fondo se esconde algo siniestro. Los meses antes del estreno del film estuvieron rodeados de escándalos constantes: que Florence y Olivia se llevan mal, que Olivia le fue infiel a su esposo con Harry (Harry y Olivia están en pareja actualmente), que Warner Bros quería editar y mandar a filmar nuevamente casi todo, que un actor fue despedido por conducta indebida, pero que en realidad no fue despedido o no se sabe, que todos los involucrados se odian y nadie se puede ver, etc. A decir verdad, un poco de drama hollywoodense nos parece sano y nostálgico de esa edad de oro del cine donde todos se apuñalaban por la espalda mientras lucían blancas sonrisas perladas. Tras varios meses tumultuosos y las primeras críticas negativas, la expectativa fue decayendo. A los cines llegó golpeada y los rumores de ser una fuerte contendiente de la temporada de premios se han esfumado.
Y sin embargo, las habladurías del mundo no pueden atraparnos. Algunos pueden preguntarse ¿valió la pena tanto escándalo? Y ¿es tan mala como dicen aquellos que la crucifican? Y pues, ni tan tan ni muy muy. Este thriller tiene méritos innegables, como el diseño de producción, los sets, los vestuarios y peinados, la paleta de colores hiper estilizada y la banda de sonido, estos aspectos técnicos están bien logrados y son raros en los films mainstream de hoy día. La atmósfera de vida de catálogo de los 50s construida es un éxito y el elenco en general es muy bueno. Si bien esta es la película de Florence Pugh en una performance impecable, también brillan en sus pocos minutos en pantalla KiKi Layne y Chris Pine como Frank.
A pesar de los logros técnicos, No te preocupes cariño estaba destinada a caer de sopetón. Especialmente en la primera parte, imágenes hermosas se continúan, pero algo de ellas parece estar vacío, como que realmente no significan nada. Pura estilización, imágenes porque sí, algo más parecido a un moodboard de Pinterest que a una narración visual. Esto se debe a que el film confunde sus influencias con su propia historia. Las películas que tenía en mente Wilde al momento de hacer la suya son claras: El cisne negro, Black Mirror, Las esclavas de Stepford (y su remake: Las mujeres de Stepford), etc. El film quiere ser como esas películas pero termina copiándolas. Lo que resulta en una especie de frankestein, de collage de thrillers psicológicos. Todo parece prestado y nada original. Es especialmente marcada la similitud de la trama con Las esclavas de Stepford, no es una remake pero no NO es remake ¿Se entiende? O también conocido como ¡No puedo creer que no sea una remake! Y debemos decir que Stepford es bastante mejor. O por lo menos, no tiene los problemas de guión que tiene la de Wilde, que agrega infinidad de datos innecesarios nunca esclarecidos y que el tercer acto se apura a cerrar de manera forzada, haciendo que ciertos personajes cambien drásticamente sin motivo. A esto se le suma pocas decisiones interesantes de movimientos de cámara y algunos momentos, como una escena donde Jack (Harry Styles) baila, que parece estar mal editada o algo no cuadra, como si fuese un solo clip puesto en loop.
En lo que respecta a Styles, sus dotes actorales no recibieron el aplauso que tal vez hubiese querido el cantante. Nobleza obliga, no es lo peor que vio Hollywood ni mucho menos pero está actuando al lado de una de las mejores actrices del momento y se lo come crudo, siempre se lo iba a comer crudo. Buenas intenciones hay de su parte y no desentona -tanto- pero tal vez es demasiado famoso para verlo y no pensar “ese es Harry Styles actuando”.
Más que más, menos que menos, en el ecosistema de películas mainstream actual, No te preocupes cariño es una propuesta casi interesante para los que no acostumbran ver thrillers de ciencia ficción. Para el público más asiduo del cine será una propuesta -menos- interesante. Tal vez con una pulida de guión y más tiempo para filmar esta película tenía potencial de ser algo mejor de lo que terminó siendo, pero como dijo Kanye, supongo que nunca lo sabremos.
Ficha técnica-artística: No te preocupes cariño
Nombre original: Don't Worry Darling
Dirección: Olivia Wilde
Reparto: Florence Pugh, Harry Styles, Olivia Wilde, Gemma Chan, Chris Pine, KiKi Layne, Nick Kroll, Douglas Smith, Kate Berlant, Asif Ali, Dita Von Teese, Timothy Simons, Sydney Chandler
Guión: Katie Silberman, Carey Van Dyke, Shane Van Dyke
Música: John Powell
Fotografía: Matthew Libatique
País: Estados Unidos
Año: 2022
Género: Thriller psicológico
Duración: 122 mn.
Idioma: Inglés
Productora: Vertigo Entertainment, New Line Cinema.
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