Por Santiago López
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The Gossip
A principios del año 2020, resulta poco probable que alguien no haya escuchado hablar del teatro breve: obras de entre 15 y 20 minutos son representadas en espacios pequeños para un público igualmente limitado. Si bien esta práctica tiene tanto detractores como defensores, y ambos bandos presentan argumentos de variable validez, no sería un salto deductivo irracional decir que, la popularidad de estas obras y los espacios que las albergan se debe a la creciente búsqueda del parte del público de formas de entretenimiento breves, de historias (o stories, si se me permite el obvio juego de palabras) a la carta, quizá bajo la expectativa de ser más digeribles que una obra tradicional.
En este contexto, la dramaturga Florencia Aroldi viene experimentando con el formato de la obra breve desde hace tiempo, y en Ochava, su voz particular se encuentra muy presente en el manejo que hace de la estructura dramática de las 8 (¡ocho!) obras que componen el libro. Todas las obras, declara Aroldi, han sido estrenadas en distintos ciclos de teatro breve del circuito porteño.
Admito que, personalmente, no he visto la representación teatral de ninguna de las obras que forman parte de Ochava, e interpretar un texto dramático exclusivamente a partir de su lectura presenta su propia serie de ventajas e inconvenientes. El trabajo de interpretación no siempre es fácil, ya que se mantiene, de manera uniforme a lo largo del libro, un acercamiento al uso de las didascalias y de cualquier otro elemento paratextual que puede considerarse minimalista. Entre las ventajas, sin embargo, se encuentra la posibilidad de demarcar el hilo temático que une a esta serie de obras de una manera más clara y específica.
Si bien el libro cuenta con un análisis preliminar, a cargo de María Ángeles Sanz, y el propio texto inicial de la autora menciona la inspiración detrás, tanto del título del libro como de las obras que lo componen, no es difícil determinar el universo de ideas en el que existe. La construcción de personajes femeninos complejos y multidimensionales es quizás el mayor logro de estas obras, cargadas de mujeres contradictorias, imperfectas, contemporáneas y clásicas a la vez, en un intenso ejercicio de constante existir en un presente que no les tiene paciencia ni piedad.
De un extremo a otro de la tragicomedia, lo grotesco y el humor negro, las historias y los personajes presentes en Ochava habitan una versión de Buenos Aires que transpira historia por todos lados; la historia personal, la historia familiar, la historia de las calles de la ciudad; esa dicotomía entre esa concepción tan tradicional de los porteño y las situaciones que plantean las distintas tramas genera una tensión muy clara, y que a lo largo de la lectura se identifica como uno de los recursos preferidos por la autora. Los personajes se mueven en un mundo cruel, pero absurdo, y actúan en consecuencia.
Si algo puede decirse en contra del formato breve, es que, al menos durante la lectura, se tiene la sensación de que la autora está corriendo una carrera contra el tiempo, intentando encontrar la metáfora justa, la acción definitiva correcta, las palabras clave que den en el centro del mensaje que cada texto busca transmitir. Si bien estas obras están escritas para ser apreciadas -conceptualmente- desde la ochava, ese recurso urbanístico que Aroldi asemeja al panóptico foucaultiano desde el cual todo se ve, es posible que el potencial real de cada una de ellas se encuentre, aunque sea en parte, en aquello que se oculta.
Ficha técnica: Ochava 15/20. Teatro por corte
Autora: Florencia Aroldi
Editorial: Nueva Generación
Año de publicación: 2019
Páginas: 147
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