Por Martina Maggi
Las vacaciones en Santa Lucía escondían a una Belén víctima de abuso, a un tío abusador y a una familia rota. En Por qué volvías cada verano la verdad ya no se esconde y el horror, por fin, da lugar a la liberación.
Nos enseñaron a callar. A tener vergüenza de decir la verdad. A mantenernos a un costado y no quebrar la construcción de la familia. Nos enseñaron que ser mujer era eso, estar ahí, callada, sin molestar. Nos enseñaron a no denunciar. Nos echaron la culpa. No nos creyeron. Nos dijeron que jamás saldríamos bien paradas si hablábamos como lo hizo Belén López Peiró. Y por eso Por qué volvías cada verano es, antes que nada, necesario y, por sobre todo, desgarrador.
En este libro, la autora relata no solo las situaciones de abuso que sufrió de parte de su tío, comisario de un pueblo de la provincia de Buenos Aires, sino también el camino que tuvo que recorrer para efectuar la denuncia sin romperse en el intento. “¿Por qué volvías cada verano?”, preguntaban en tono de juicio sus familiares y los vecinos de Santa Lucía: “¿Te gustaba sufrir? ¿Por qué no te quedabas en tu casa? Allá en Capital, cagandote de calor”. En cada hoja, la voz que relata es una diferente. A veces habla Belén, otras veces hablan miembros de su familia y en algunas partes la las palabras provienen de los trabajadores del poder judicial que se cruzó en el camino. Entre testimonios y expedientes judiciales, la historia explora cada parte del proceso de denuncia sin endulzar ninguna parte del recorrido.
Con su crudeza y honestidad, este libro es una intervención política: Porque si una mujer habla, otras se animan a hablar. Porque en un momento en donde escribir y exponer la verdad es de valientes, dar el ejemplo es ponerle el cuerpo a una lucha mucho más grande que la personal. Y, en lo complejo que es tener a todos en contra, también se suma el peso de Belén en contra de Belén. El peso de la vergüenza. El peso de romperlo todo. El peso de sentirse rota para que luego de denunciar, escribir y publicar su historia se pueda encontrar entera y fuerte.
Reconocerse víctima para poder dejar de serlo. Enfrentar lo que pasó y decirlo en voz alta. Confrontar familiares indignados y no verlos nunca más. Escuchar las palabras mentirosa, puta, celosa y loca al lado de su nombre. Exponer la verdad de un “hombre de bien y de familia”. Ser abusada por un tío y no callarlo. Belén López Peiró escribió una realidad que duele pero que existe. Una realidad en carne propia y en carne viva. Un texto necesario para entender por qué las víctimas de abuso callan, por qué hablan cuando deciden hablar, qué consecuencias tienen que afrontar y por qué no es tan simple como preguntar por qué volvía cada verano.
Sobre la autora:
Belén López Peiró nació en la Ciudad de Buenos Aires en 1992. Pasó sus primeros veranos en Santa Lucía, provincia de Buenos Aires y a sus 22 años tomó la decisión de no volver más al pueblo. Luego se fue del país y regresó. Es Licenciada en Comunicación y trabaja como redactora. Es parte del colectivo Ni Una Menos y Por qué volvías cada verano es su primera novela publicada.
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