Estrenada en Argentina el 9 de julio 2021, la película dirigida por Cate Shortland, entretiene con su género acción-aventura para mostrar la historia de una familia en una infancia arrebatada.
Comienza radiante. La familia, las hermanas, la madre, el barrio norteamericano, las tomas lentas de un atardecer allá por 1995 y el detalle de unas luciérnagas que luego oscurecen en la realidad de una fachada. Espías rusos encubiertos. La película salta sobre la primera tensión y a una escapatoria con piel entre los dientes.
Lejos de ser un film de origen, Marvel se quita con quizás demasiada rapidez las historias iniciales de los personajes para centrarse tanto en una temporalidad reconocible (el hueco entre Captain America: Civil War -2016- y Avengers: Infinity War -2018-), como en el protagonismo anunciado de Natasha Romanoff (Scarlett Johansson) y en un estilo que les resulta un tanto más cómodo (como lo puede ser un film de espías con superhéroes involucrados) y un tanto menos sombrío que el detalle de dos “hermanas” obligadas a formarse como asesinas profesionales por una organización implacable.
Ya sobre los titulares, al ritmo de “Smells Like Teen Spirit”, se invocan las emociones que construyen la película: nostalgia, impotencia, la identidad del caos, familia: el pasado de una vida violenta. Sin embargo la mejor atmósfera de esas emociones sólo parece encontrarse en ese punto: si bien el concepto de pasado ineludible se hace frecuente, el desarrollo de este parece diluirse en forma de la acción esperable (aunque igualmente placentera y alzada en la música de Lorne Balfe). El pasado se convierte en menciones -aquí y allá- para puntualizar que fue terrible, pero no así haciéndolo sentir en las atmósferas y priorizando -sin embargo- el lado más enérgico de una película de acción.
De locación en locación, la cámara lleva las explosiones y disparos a distintas puntas del planeta: de Noruega a Marruecos, de Budapest a San Petersburgo… de una cárcel olvidada en el hielo (donde aparece olvidado y fuera de forma Alexei Shostakov o Guardián Rojo, interpretado por el actor de Stranger Things, David Harbour), a una base entre las nubes. Donde, si bien los personajes son reconocidos en el mundo ficticio (como Romanoff, miembro de los Avengers), su reconocimiento pertenece al detrás de escena, a los olvidados, a los dejados de lado, que se enfrentan y rebelan contra aquello que los oprime.
Es el caso de Yelena Belova (Florence Pugh), “hermana” de Natasha Romanoff , quien con las mismas capacidades de combate es considerada un arma sin cara para gran parte del mundo, otra de las Widows. Es también el de Melina Vostokoff (Rachel Weisz) la “madre”, quien en base a sus aportes tecnológicos perdió parte de su identidad en la toma de decisiones. Tal vez más evidente es lo que sucede con el Guardián Rojo, el “padre”, un super-soldado abandonado en una cárcel de mala muerte, donde es formado en el frío, en un cautiverio, entre tatuajes, en lo pendenciero y lo grotesco como un opuesto total del Capitán América.
Bajo el alias de “Red Room”, la organización dirigida por el villano de momento, Dreykov, (Ray Winstone), maneja a las Widows -contra su voluntad y mediante una tecnología avanzada- para, en sus palabras: “colocar y destituir reyes, comenzar y terminar guerras”. La película se afirma en lo que muestra: el detrás de escena, las armas reemplazables: “siempre conseguiré más viudas”, repite Dreykov. El film deja ver, aunque sin volverlo evidente o tan siquiera desarrollarlo mucho, una alegoría a aquel hombre “patético” (como remarca Romanoff) que controla a las mujeres -y sus voluntades- de la manera que le resulte más cómoda.
Entre fuego, persecuciones, combates cuerpo a cuerpo, acrobacias y grandiosos efectos especiales, la película parece agitarse al querer mostrar que Occidente siempre será de los buenos y Oriente -Rusia en este caso- siempre será de los malos. Un concepto de dualidades algo anticuado, pero que es rescatado por una película bien entendida de sus marcas: el humor característico, las pequeñas conversaciones que, sin embargo, permiten grandes perspectivas a las relaciones entre personajes -y el modo de pensar en cada uno de ellos-, hacen de esta película un entretenimiento ocurrente de Marvel, quienes, en sus características escenas post-créditos muestran ya la sucesora de Natasha Romanoff en los Avengers: Yelena Belova.
En cines disponibles y Disney+ Premier Acces
Ficha técnica-artística: Black Widow
Dirección: Cate Shortland
Reparto: Scarlett Johansson, Florence Pugh, David Harbour, O. T. Fagbenle, William Hurt, Ray Winstone, Rachel Weisz
Guión: Jac Schaeffer, Ned Benson, Eric Pearson
Basada en: Viuda Negra, de Marvel Comics
Música : Lorne Balfe
Fotografía: Rob Hardy
País: Estados Unidos
Año: 2021
Género: Superhéroes, Acción
Duración: 134 minutos
Idioma: Inglés
Producción: Kevin Feige
Productora: Marvel Studios
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