Algo bueno está pasando con el teatro en Buenos Aires, interesantes y novedosas propuestas están apareciendo en cartelera, rompiendo fronteras entre circuitos para llegar a más gente. Es el caso de Imprenteros, la obra de Lorena Vega y hermanos, que desde 2018 viene derramando su tinta indeleble en la memoria de sus espectadores. Ahora se presenta en el teatro Metropolitan Sura todos los viernes a las 22:30hrs. Una cita imperdible.
Imprenteros es un biodrama. Un recorrido autobiográfico en primera voz, que combina de manera exquisita el archivo histórico de una familia, con una puesta en escena simple pero contundente. Es un coqueteo entre lenguajes artísticos que cohabitan en un mismo espacio, reconstruyendo un pasado íntimo que se hace público, de todos.
En la historia, Lorena Vega y sus hermanos enfrentaron la impotencia de no poder volver a ingresar al taller familiar, al que (sus otros medios hermanos) van a subastar luego de la muerte de su padre. Era una imprenta de la que todos participaron en la infancia; todos crecieron allí entre tintas, papales, plantillas, tirajes y ruidos de máquinas viejas. Un lugar que hace parte de la memoria familiar y al que ahora no pueden siquiera visitar.
Desde esta impotencia nace la necesidad de contar, de volver atrás y reunir los pedazos de pasado, y compartir el vértigo que genera hacerse cargo de la historia. Lorena Vega superpone en un mismo “tiraje” dos momentos que encienden la máquina teatral: la imposibilidad de acceder al lugar de su familia, y cuando decidió (en su infancia) que no invitaría a su padre a la fiesta de quince años. Presente y pasado se imprimen en la misma hoja para dar lugar a un trepidante viaje que desnuda otra necesidad: sanar la culpa.
En la obra participan los protagonistas directos de la historia y se mezclan con un equipo actoral (muy acertado) que recrean las situaciones de una forma fresca, ágil y encantadora. Es quizás allí donde radica la honestidad y sutileza de la propuesta; el vínculo entre espectador y obra nunca se quiebra, se mantiene de principio a fin. La identificación pulula entre ojos húmedos, piel erizada y sonrisas desbordadas del público.
Lorena Vega (la tiradora) se desdobla entre monólogos, actuaciones, videos, fotos de su infancia, entrevistas (grabadas y en vivo) a su familia. Va cartografiando los episodios de su vida, enfrentando su memoria con la de sus hermanos, contradicciones que divierten y a la vez inquietan, pero que dan lugar a una riqueza de imágenes que se van solapando. Algunas aparecen y se evaporan sutilmente, otras se quedan estampadas en la memoria colectiva, pero todas atraviesan (victoriosas) los rodillos minuciosos de la verdad en escena. Un palimpsesto que se construye a los ojos del público cautivo, en una máquina de cuerpos ávidos de compartir su memoria.
Imprenteros invita a troquelar el pasado y sus heridas, a hacer de todos, el dolor íntimo. A compartir los fracasos, vergüenzas y desdichas, como el motor encendido de una máquina que imprime, en la complicidad de todos, una alegría que reconforta.
Ficha técnica:
Dirección y dramaturgia: Lorena Vega
Reparto: Lorena Vega; Sergio Vega; Federico Vega; Julieta Brito; Vanesa Maja; Juan Pablo Garaventa; Lucas Crespi.
Asistencia: Fabiana Brandán y Santiago Kuster
Iluminación: Ricardo Sica
Diseño espacial: M. Celeste Etcheverry
Sonido y música original: Andrés Buchbinder
Fotografía y diseño gráfico: Cesar Capasso
Audiovisual: Gonzalo Zapico, Agustín Di Grazia; Franco Marenco; Andrés Buchbinder
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